El proyecto alcanza la seguridad alimentaria en seis comunidades indígenas aymaras a través del incremento de la producción agropecuaria y de la mejora en la alimentación diaria de las familias. Los sistemas actuales de riego se mejoran con nueva tecnología: riego por goteo y por aspersión, que disminuye significativamente el uso del agua y permite un incremento productivo. Las capacitaciones técnicas productivas se orientan a promover el cultivo de variedades de alto valor nutritivo: haba, arveja y hortalizas, para mejorar la nutrición. El proyecto impulsa la participación de la mujer en la gestión de los fondos municipales destinados a la producción agropecuaria para dar sostenibilidad a la acción una vez terminada la ayuda. Las organizaciones locales (asociaciones de productores, grupos de mujeres, sindicatos, comités de agua) son los agentes principales de actuación del proyecto sobre el terreno en todas sus fases.