El proyecto contribuyó a mejorar la calidad de vida de una comunidad rural de 108 personas en el altiplano de La Paz, que a lo largo de los últimos años ha sufrido la migración de la población juvenil a los centros urbanos, y que ahora, a causa de la crisis generada por la COVID-19, algunos están dispuestos a retornar si cuentan con una actividad agropecuaria, económicamente viable.
El proyecto generó oportunidades de autoempleo en el sector de la agricultura para 15 cabezas de familia reunidos en una Asociación de productores, que en invernaderos fué capaz de añadir valor a la producción de las hortalizas para el mercado de las ensaladas de la ciudad de La Paz. El 10% de la producción es para autoconsumo y el 90% es para la comercialización y generación de ingresos.
RESULTADOS DEL PROYECTO
El primer resultado del proyecto se orientó a cambiar la matriz económica productiva para incrementar sosteniblemente la producción de alimentos saludables y generar excedentes capaces de ser comercializados para lograr más ingresos.
La tecnología de la matriz actual es básica, mientras que la tecnología de los invernaderos con riego por goteo es mucho más avanzada y está al alcance de la población. Con ella se logró dos veces más cultivos por año que la anterior matriz agrícola a cielo abierto. Y si a ello se le añade la posibilidad de procesar los alimentos con lavado, seleccionado y embolsado, se multiplica el precio por dos, logrando un 400% de mejoras en la rentabilidad con respecto a la matriz inicial.
El segundo resultado se orientó a fortalecer tres organizaciones de la comunidad ligadas a la producción de alimentos: la incipiente Asociación de productores, El Comité de riego y el grupo de mujeres. Las últimas dos organizaciones se crearon durante el proyecto. El grupo de mujeres participó en las capacitaciones técnicas, para formar parte del comité de riego, y en la elaboración de un micro proyecto que presentaron al municipio para optar por su financiación con fondos públicos.